Lo decía Roberto Jimenez cuando hablada de hostilidades, pero ayer el Pamplona los hinchas pamplonicas, sobrepasaron todos los límites. Insultos hacia la Virgen, Zaragoza y Aragón para terminar con el apedramiento del autobús del Real Zaragoza, son incluso criticados por la prensa navarra. Mientras, la Comisión Antiviolencia, como siempre, mira hacia otro lado.
Ultras, hinchas, Indar Gorri, Ligallo... En estos apelativos va implícito el cáncer del deporte. En el momento en que el radicalismo y la política entra por la puerta de un estadio, el fútbol muere. Ayer, el deporte rey murió un poco más en la grada del Reyno de Navarra.
Uno de los fondos del estadio pamplonica está ocupado por un grupo de "hinchas" denominado "Indar Gorri" y fueron precisamente ellos los que hoy se han ganado la repulsa de los aficionados de medio estado, incluso de los propios navarros. Y es que los Indar Gorri dedicaron los noventa minutos de partido, no a animar a su equipo, sino a insultar al Real Zaragoza, a la Virgen del Pilar, a Aragón... hicieron buenos al Frente Atlético y sus cánticos contra Antonio Puerta.
"Lafita muerete", "Una explosión de goma 2 y que le den por el culo a Aragón", "Puto maño el que no bote" y cánticos contra la Virgen del Pilar fueron la banda sonora del partido. Tanto fue así que en los video marcadores del estadio pamplonica incluso se puso el mensaje: "Siguiendo instrucciones de la Comisión Antiviolencia, se ruega no se profieran insultos entre ambas aficiones". Nada. ellos siguieron a lo suyo.
Terminó el partido y la violencia verbal se convirtió en física con el salvaje apedreamiento del autobús del Real Zaragoza en la autopista cuando el equipo regresaba a Zaragoza. Los dos conductores resultaron heridos levemente. Quizás la suerte evitó que la piedra alcanzara al conductor y ahora estaríamos hablando de un accidente de consecuencias trágicas.
Dentro de unos meses, Osasuna visitará La Romareda, esa de la que los Indar llaman "La puta pocilga donde se junta Ligallo y policía". Quiera Dios que el público de La Romareda, no se ponga a la altura del sector del Reyno del que hablamos.
Veremos si alquien hace algo para terminar con todo esto y evitar que el Reyno de Navarra se convierta en el Reyno de la Vergüenza, una vergüenza para el resto de los aficionados rojillos por más que algunos les rían las gracias a los de siempre. La propia directiva de Osasuna debería hacer algo y la Comisión Antiviolencia tomar cartas en el asunto, que al fin y al cabo, para eso están.
fuente.- zaragocistas.com
Hay que acabar con esto como sea. No puede ser que por culpa de unos "niñatos", protegidos desde los mismos clubes, las personas de bien no podamos viajar a ningún desplazamiento por miedo.
ResponderEliminarTodavía recuerdo hace 15 años aproximadamente, cuando todavía estaba General de Pié, que cada vez que venía Osasuna era una fiesta tanto en el campo como fuera de él. Todo aquello se acabó pero entre todos tenemos que hacer que vuelva a ocurrir.
Aupa el Zaragoza y fuera toda esa gentuza de los campos de fútbol !!!!!!!!!!!!