Hace unos años, estaba en la Romareda con mi amigo Tino y, señalando a un recogepelotas que estaba en el césped me dijo: "Ese chaval, el más alto, es mi sobrino Diego y va para futbolista".
La verdad que es una alegría que chavales de la cantera, aragoneses de nacimiento y zaragocistas de corazón, vayan subiendo al primer equipo. Paco Herrera lo ha demostrado en muchos equipos en los que ha entrenado, ha tirado de la gente de la casa, de los que sienten los colores, y esta vez ha sido el caso de Diego Suárez. Un chaval con desparpajo jugando, rápido y habilidoso y con algo que muchos futbolistas no tienen, "mala leche", para disputar un balón, para no arrugarse ante los contrarios, para meter el pie sin miedo. Lo demostró el año pasado en los partidos con el B y esperemos, lo pueda demostrar esta temporada con el primer equipo. Y sobre todo, un chaval humilde, con los pies en el suelo como me cuenta su tío y con ganas de comerse el mundo.
Sus primeros pasos, aparte de su colegio ( Dominicos ) los dió en el Olivar donde jugó en benjamines, pasando al Amistad hasta que ingresó en el Real Zaragoza.
La afición zaragocista está necesitada de gente de casa, gente que sienta los colores de verdad. Ha pasado a la historia cuando los de casa eran los más silbados, los más protestados por la grada ( Paco Güerri, Víctor Muñoz, Cani, etc. ). Necesitamos un referente de aquí, ya que desde la marcha de Ander Herrera no hemos tenido nadie de la cantera con cierta continuidad. Esperemos que tando Laguardia como Diego como algún jugador más del filial tengan oportunidad de defender la camiseta del primer equipo, se asienten en él y nos hagan disfrutar de grandes tardes de fútbol con gente de la casa. Mucha suerte Diego !!!!
Carlos Gómez
Me has emocionado Carlos, ojalá consiga quedarse en el primer equipo. Muchas gracias por el artículo.
ResponderEliminarReyes Laborda
Diego, hoy por hoy, es el más claro exponente de nuestra defenestrada cantera, futbolista con hambre, tiene todo para triunfar y a mi, conocedor de sus primeros pasos en aquel campo de tierra del E.M. El Olivar, sólo hay una cosa que me da miedo, la voracidad de la grada de La Romareda con los nuestros... Clase, calidad y ganas le sobran, ya era así de pequeño, en los genes lleva el fútbol y para los que hemos tenido la suerte, de muy cerca o desde la distancia de observar su evolución, nada nos harla más felices que verlo triunfar en el club de su vida. Yo no le voy a desear suerte, sólo que haga lo que siempre hizo, trabajar y triunfar, porque todo trabajo bien realizado obtiene su recompensa y si alguien la merece en nuestra cantera se llama Diego y se apellida Suárez...
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